
El pasado 6 de septiembre, vivimos en Aitana (Timor Leste) un día cargado de emoción y alegría: la apertura oficial del taller de costura y formación profesional para jóvenes de la zona. El pueblo de Aitana nos recibió con cercanía, sencillez y gratitud. Fue mucho más que una inauguración: fue el inicio de un camino compartido.
Este proyecto, impulsado por la Fundación M. Trinidad Carreras, nace como respuesta concreta a una necesidad urgente: ofrecer oportunidades reales a jóvenes —especialmente mujeres— que viven en zonas rurales de montaña, muchas veces sin acceso a educación secundaria, sin recursos y sin perspectivas de futuro profesional.
Más que un taller, un espacio para reconstruir horizontes
Este espacio no es solo un lugar para aprender un oficio. Es, ante todo, un lugar de encuentro, convivencia y cuidado, donde cada joven puede ser escuchada, valorada y acompañada. Queremos que aquí cada una descubra que tiene voz, tiene valor y puede decidir su futuro.
Formarse en un oficio no es solo una salida laboral: es también una puerta abierta a la autoestima, a la autonomía y al sentido de comunidad. Por eso, este taller de costura es también un taller de esperanza.
Seguiremos caminando junto a ellas, aprendiendo con ellas y sosteniendo, con firmeza y ternura, la convicción de que educar transforma realidades.
Gracias a todos los que lo han hecho posible.