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A pesar de la situación en Timor que no es buena a efectos de la COVID-19, las obras no han parado. El edificio ya está totalmente cubierto y solamente faltan los trabajos interiores de instalaciones, carpintería, techos, pintura y revestimientos. Las estructuras de sustentación de las placas del techo ya están colocadas. En algunos momentos, entre la cubierta y la parte de abajo, había trabajando unas 40 personas.

Para rematar la situación de la pandemia ha habido unas inundaciones terribles, siendo necesario evacuar más de 1 metro de agua en el taller de carpintería y secar todo el material fabricado. Aún así, sigue la obra a buen ritmo.